Mi amiga no se imagina lo que su marido y yo hacemos.
Ella y yo seguimos siendo amigas, pero compartimos el mismo hombre y ella no lo sabe.
Yo soy la que le apaga el fuego a su hombre; a ella no le gusta que la penetre por atras, mientras que a mi me encanta sentirla toda.
En la cama somos dos bestias salvajes, nos cogemos en todas las posturas posibles y nos entregamos sin control.
A menudo me dice mientras hacemos el amor, que yo soy mas mujer que cualquier mujer.
Me gusta hacerle lo que su mujer no le hace, me gusta cabalgarlo y moverme como loca, montada sobre su verga dura dentro de mi.
Sentir su boca chupándome y succionandome las tetas mientras me tiene clavada es algo que él no puede hacer con ella. Yo me dejo penetrar en el borde de la cama, boca arriba y me encanta sentir como con su fuerza varonil, me levanta asi ensartada y me carga mientras me da duro por mi culo.
Hemos practicado casi todas las posturas, me coge sin condom, nos deseamos y tan solo esperamos cualquier oportunidad y ya estamos cogiendo rico.
Tal ves a muchas mujeres les falta esa llama, esa visión, o esa táctica de saber disfrutar de una verga por atras. Tan solo se trata de querer buscar el placer y complacer a un hombre y darle gusto a su verga con esa herramienta que se llama ano o culo, chiquito, jopo, como le desees llamar pero que puede ser la diferencia entre una mujer y la otra.
Tan solo basta con dejárselo meter una ves y tratar de encontrar el placer y descubrir lo mágico del sexo anal.
